A medida que avanzamos en el mes de noviembre, conocido como el «Mes Naranja», una preocupación palpable se instala en nuestra comunidad. A pesar de ser una ocasión dedicada a la concientización sobre la lucha contra la violencia hacia las mujeres, nuestro municipio parece haber pasado por alto la importancia de este compromiso.
La falta de actividades específicas para abordar la problemática de la violencia de género en un momento tan crucial como el «Mes Naranja» es un recordatorio contundente de la necesidad de una mayor atención y acción. Este no es solo un tema de agenda; es una oportunidad valiosa para educar, sensibilizar y promover el cambio cultural que anhelamos.
Es particularmente preocupante notar que la dependencia de la Instancia de la Mujer estuvo acéfala hasta el pasado martes. A pesar de esta situación, el personal de dicha dependencia continuó con sus labores, pero con una falta de actividades para conmemorar la fecha.
Esta actitud pasiva por parte de la administración municipal es alarmante, pues la cifra de mujeres que han sido víctimas de violencia en Parral se ha disparado hasta en un 70% a comparación con el año anterior.
La violencia contra las mujeres persiste en diversas formas en nuestra sociedad, y es fundamental que las autoridades locales lideren la iniciativa para erradicarla. El «Mes Naranja» ofrece un escenario propicio para involucrar a la comunidad en conversaciones significativas, para educar sobre la importancia de la equidad de género y para fomentar la solidaridad.
Es crucial que el municipio, como entidad responsable y representante de nuestra comunidad, tome medidas proactivas. La falta de eventos y campañas durante este mes sugiere una falta de compromiso y conciencia acerca de la gravedad de la situación. No podemos permitirnos ser espectadores pasivos cuando la violencia persiste.
Instamos a las autoridades a reconsiderar su postura y a asumir la responsabilidad de liderar iniciativas que promuevan un cambio positivo. La violencia de género es una afrenta a la dignidad humana, y todos debemos contribuir a su erradicación. No basta con bailar zumba y posar para la fotografía.
Noviembre no es solo otro mes en el calendario; es una oportunidad para marcar la diferencia. Demostremos como comunidad que estamos comprometidos con la construcción de un entorno seguro y equitativo para todos. La lucha contra la violencia hacia las mujeres merece más que un evento superficial; merece una acción inmediata y sostenida.