Una profunda tristeza envuelve a Parral tras la devastadora pérdida de Marcelino Corral, de 39 años, quien perdió la vida en un trágico accidente provocado por un conductor en estado de ebriedad el pasado fin de semana. Su esposa, Roberta Cano, enfrenta ahora el desgarrador desafío de criar a tres hijos, entre ellos Johana, quien requiere cuidados especiales por una condición de parálisis cerebral.
La angustia de Roberta es palpable mientras comparte su dolor y frustración ante esta inesperada partida. «Es algo cruel, no era un animalito, era mi esposo; una persona con muchos valores. No puedo desearle mal a nadie», expresó con voz entrecortada.
El impacto de esta tragedia se agrava por la situación económica de la familia, quienes residen en una precaria vivienda de madera y lámina, sin acceso a servicios básicos como luz y agua. La ausencia de Marcelino, quien solía colaborar en la venta de golosinas y apoyaba económicamente, se siente profundamente.
Con un bebé de apenas 2 meses, Roberta se enfrenta a un futuro incierto, pero su determinación por el bienestar de sus hijos es inquebrantable. «Tengo que continuar por mis hijos», afirma, mostrando una fortaleza que inspira a todos quienes conocen su historia.
Esta tragedia subraya la urgente necesidad de abordar el consumo de alcohol al volante y sus consecuencias devastadoras. Asimismo, destaca la importancia de apoyar a familias como la de Roberta, que enfrentan desafíos tan abrumadores. Los parralenses se unen en solidaridad, buscando formas de brindar apoyo emocional y material en estos momentos tan difíciles.
Para ofrecer tu ayuda, puedes comunicarte al número 62752220554 o visitar su domicilio ubicado detrás de la UTP, entre el Gimnasio y el Estadio Parral.